Muévete por la EM

Esclerosis Múltiple y familia: la carta que nunca escribí

La carta que nunca escribí a mi familia empieza por un «Esto no podrá con nosotros», con el mensaje que les hubiera dicho el primer día del diagnóstico. Pero todavía no tenía la certeza que tengo ahora. Ni la confianza en mi capacidad para luchar contra la Esclerosis Múltiple que siento ahora.

En esa carta que nunca escribí, aparece un GRACIAS en mayúsculas a todos. Por haber recogido todas mis dudas aún sin tener respuestas. Por haber escuchado frases de desánimo y no habers dejado llevar por ellas. Por haberme acompañado a las visitas médicas. Por haber querido aprender a entender esta enfermedad. A poner inyecciones. A preguntar sin tabúes. A escuchar sin prejuicios. A encontrar ese equilibrio entre el arropar y el empujar…y a hacerse un poco suyo el diagnóstico.

Mentiría si dijera que el diagnóstico no cambió algunas dinámicas. Tenía 17 años cuando llegué a casa con esta noticia. No olvidaré la firmeza de mi madre diciéndome al día siguiente que no había otra opción que seguir con normalidad. «Mañana vas al colegio». Y lo que en su momento sentí como incomprensión, hoy veo más claro que nunca su valentía por apostar por un «no vamos a dejar que gane la batalla». Y desde el primer día hasta hoy, ese ha sido mi mantra.

Hoy veo con claridad que la Esclerosis Múltiple no es un diagnóstico individual. Su capacidad de salpicar a quien te rodea es enorme. Aunque para mí, esto no quiere decir despojarme de responsabilidades. Al final, quien lo sufre en sus propias carnes soy yo misma, está claro. Pero 13 años después, mi experiencia me ha enseñado que no fui la única que sufrió con la noticia, ni soy la única que sigue perdida en la incertidumbre. Por eso, cada día creo más en que compartir con cariño mis miedos, frustraciones y victorias con las personas que me quieren es una forma de sumar combatientes a esta lucha. Y este apoyo es la forma más potente que he conocido de superar adversidades.

    3 Respuestas

  1. Precioso… que gran verdad… No he podido evitar emocionarme…

  2. No llego al año del diagnostico. Y estoy un poco arta de que hay que luchar, que va a ir mejor. Pero lo que siento y veo que es mentira.
    Esto es una kk por descibrir y estoy empezando.

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