Los diez años de Esclerosis Múltiple saben a dulce. A salado. A amargo.
A la tristeza de seguir arrastrándola. A la alegría de seguir combatiéndola.
A las caras que vi celebrando el decenio. A las risas recordando algunos momentos. Y a la cantidad de cosas que puedes aprender manteniendo los ojos abiertos y el cuerpo activo.
Diez años en formato acelerado. Con la agenda sin espacios para un garabato más. Con aventuras interminables y con el ralentí hacia delante.
Queda el miedo. Sí. A no pasar diez años igual. A haber gastado la suerte. A salpicar con EM el día de quien me acompaña. A haber quemado el último gramo de energía que gasté disfrutando a todo gas.
Pero hay tiempo para aprender a superarlo. Al menos, diez años más para aprender a gestionar cada nueva duda. A encajar cada nueva prueba. A mantener la calma con cada nuevo resultado. O a aprender a readaptarme a cada nuevo cambio.
Y eso haremos, claro. Con la mirada puesta en el futuro y con la esperanza por bandera, ondeando en lo más alto.
Diez años.
480 semanas.
3.650 días.
E infinitas ganas de seguir luchando.
Muévete por la Esclerosis Múltiple
www.esclerosismultiple.com