No me extrañaría si me dijeran que cada mañana, más de 15.000 personas tienen un corte de digestión al desayunar frente a cualquier noticiario. Y es que las buenas noticias, hoy por hoy, brillan por su ausencia.
Frente a tantas enfermedades, catástrofes, corrupciones, desahucios y hambre, sólo me nace una pregunta: ¿Dónde quedamos nosotros?
Es muy fácil conformarnos con la idea de que todo esto es ajeno a nosotros como individuos; es muy fácil quedarse quietos esperando a que esto cambie.
Lo difícil es moverse. Es encontrar esa motivación que cuando un día sale, nos hace grandes. Es ponerse frente a nuestros problemas y pensar que hoy, puede ser “ese día”. Y si no es hoy, pensar lo mismo el día siguiente. Y el siguiente. Y el siguiente.
No es fácil convivir con la Esclerosis Múltiple, no es nada fácil. Pero es posible. Y esa posibilidad es nuestra motivación.
Superar un diagnóstico no es aceptarlo, sino aprender a vivir con él a nuestro lado.
Perder la esperanza es perder las ganas de seguir luchando, y como consecuencia, perder la posibilidad de conseguir ese cambio. De la nada, no nace nada.
Ayer leí que un genio, es un 1% de inspiración y un 99% de sudor.
Me entristece ver cómo hemos perdido la fe en nosotros mismos, sólo por haber perdido la fe en el mundo.
Yo, sin duda, cada día me levanto queriendo gritar esto, y cada día me acuesto pensando en que mañana, volveré a hacerlo.
Múevete por la EM!
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