Muévete por la EM

Conversaciones con Inés

Al fin pudimos hablar con Inés después de superar el reto de subir al Kilimanjaro.

“Hubo un momento en el que pensé abandonar, he llegado al límite de mis fuerzas”.

Fueron 7 horas caminando en la oscuridad, sólo con la luz de la linterna que llevaban en la cabeza, y a un ritmo lento, muy lento: un paso, una respiración, un paso, una respiración…viendo amanecer en el techo de Africa, juntándose en el cielo el sol y las estrellas. Una sensación de irrealidad y de emociones encontradas, miedo a no poder llegar y felicidad al conseguirlo.

En la cima, sólo 3 minutos, pues el oxígeno escasea y hay que regresar al campamento base antes de anochecer. Allí, estallido de alegría de todo el grupo: aunque 9 personas abandonaron, los demás terminaron por ellos.

Desde aquí felicitamos a toda la expedición, el mensaje de superación de las dificultades, el desafío que supone enfrentarse a lo desconocido después del diagnóstico de una enfermedad como la esclerosis múltiple ha quedado grabado para siempre en las laderas del Kilimanjaro.

MISION CUMPLIDA, INES!!

    2 Respuestas

  1. Es increible, emocionante, fantástico, maravilloso, Subir a lo mas alto cuando a mí me cuesta subir 12 peldaños de mis escaleras. FELICIDADES CON MAYÚSCULAS. Y yo que me creía una campeona! Siempre hay alguien que te mejora.

    1. Creo que todos tenemos nuestro propio Kilimanjaro que subir cada día. No se trata de la altura, ni de la distancia, sino del esfuerzo que ponemos en ello y de cómo luego eso se ve recompensado en nuestros sentimiento de fuerza y energía…!!! Eso es lo que cuenta, porque al fin y al cabo, todos tenemos nuestra historia y nuestra lucha constante, y sólo por luchar ya somos los mejores. Un besazo!!!

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